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Un poco de contexto
La miopía, hipermetropía y astigmatismo, así como disfunciones de la acomodación o la binocularidad son las principales alteraciones visuales presentes en la adolescencia.
Los expertos afirman que la miopía es una afección ocular común que suele comenzar entre los 6 y los 14 años, y que afecta aproximadamente al 9% de los niños en edad escolar y al 30% de los adolescentes.
Este problema visual, conocido como "fatiga ocular digital", está causado tanto por componentes genéticos como por influencias ambientales, entre las que se incluyen el uso excesivo de dispositivos digitales para tareas cercanas, la reducción del tiempo que se pasa al aire libre y la falta de descansos regulares para dejar de mirar las pantallas de los ordenadores.
Por lo tanto, es importante que si nota algún síntoma relacionado con el sistema visual (como disminución de la visión de lejos, molestias/fatiga ocular, dolores de cabeza, visión borrosa al realizar tareas visuales de cerca...) consulte inmediatamente a un oftalmólogo.
Regla del 20-20-20
Es importante seguir la regla del 20-20-20 cuando se estudia o se utilizan dispositivos digitales. Consiste en hacer pequeñas pausas cada 20 minutos mirando a una distancia de seis metros de ti.
Si tu hijo adolescente pasa muchas horas al día realizando actividades visuales a corta distancia (como la lectura de libros), es aconsejable que hable con él sobre productos ópticos específicos.
Cómo usar las pantallas
Es importante que, cuando un adolescente estudie, las condiciones de iluminación no sean ni demasiado brillantes ni demasiado oscuras; que no le den directamente en los ojos y que no haya reflejos en la pantalla.
Para ordenadores de sobremesa, portátiles y dispositivos móviles, las distancias de visualización recomendadas son entre 60 y 70 centímetros (cm), entre 50 y 60 cm, y entre 35 y 45 cm respectivamente.
Mucha precaución con las gafas de sol
Para proteger los ojos de los rayos ultravioleta (UV), es esencial usar gafas homologadas compradas en ópticas. Es importante enseñar a los adolescentes que las gafas compradas en mercadillos, bazares o canales online sin control de calidad podrían perjudicar su visión.
Las lentes de las gafas de sol deben tener una alta calidad visual, ser resistentes, ópticamente claras, no distorsionar los colores y no afectar a la visión del color.
Si el adolescente utiliza gafas o lentillas
Si tu hijo adolescente usa gafas es recomendable que lleven tratamientos como lentes antireflejo o el bloqueo de luz azul, que harán más confortable la visión.
Nunca debes llevar lentes de contacto durante más tiempo del recomendado por el fabricante, ya que ello podría causar graves daños oculares. Y debes hacerte una revisión de los ojos cada seis meses para asegurarte de que están sanos.
Alimentación adecuada
Una dieta sana y equilibrada a lo largo de la vida también nos ayuda a mantener una buena visión al reducir el riesgo de desarrollar sequedad ocular, fotofobia, catarro, glaucoma y retinopatía.
El organismo debe recibir a diario vitaminas, minerales y nutrientes.
Asegúrese de que su hijo coma fruta y verdura todos los días, fomente el consumo de legumbres, cereales integrales y aceite de oliva con moderación, y anímelo a tomar tentempiés saludables entre comidas.
Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como los aguacates, los huevos, el pescado azul o los frutos secos, son especialmente beneficiosos para la salud ocular. Sin embargo, es importante evitar los alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar, así como mantener bajos los niveles de sodio.
Los daños en la visión producidos por el alcohol, el tabaco y las drogas
Los expertos advierten que el consumo excesivo de alcohol puede empeorar la vista al dañar la película lagrimal que recubre la superficie de los ojos.
Con el tiempo, el consumo habitual de alcohol puede causar daños permanentes en los ojos, lo que puede provocar una ceguera irreversible.
Por su parte, el tabaco puede agudizar los casos de cataratas y la degeneración retiniana macular, además de acelerar el envejecimiento celular y la sequedad ocular.
En cuanto a las drogas, el consumo de cannabis provoca alteración del flujo sanguíneo y el calibre vascular de la retina, además de hiperemia conjuntival, ojo seco, midriasis y fotofobia. La cocaína aumenta los casos de isquemia macular, con la consecuente pérdida de la agudeza visual e incluso desprendimientos de retina.
¿Cuándo debería llamar al oftalmólogo?
Muchos de los problemas de la visión que se detectan pronto se pueden corregir. Llame al oftalmólogo o médico de cabecera, si nota alguno de los siguientes síntomas en los ojos de su hijo:
Suelen estar rojos
Tienen un aspecto diferente al habitual
Lagrimean más que de costumbre
No están alineados o no se mueven a la vez
Pupilas (o centros de los ojos) de tamaños diferentes, de un color extraño o que hayan cambiado de color
Se queja de molestias en la vista
Se frota mucho los ojos
Es muy sensible a la luz (fotofobia)
Tiene dificultades para enfocar o para seguir objetos con los ojos / la vista
Los adolescentes en edad escolar pueden presentar los siguientes síntomas:
No ser capaz de ver objetos distantes
Problemas para leer la pizarra en clase
Entrecerrar los ojos
Dificultades para leer
Sentarse demasiado cerca del televisor
Dolores de cabeza
Expertos alertan de que al llegar a la adolescencia, cinco de cada 10 chicos y chicas deja de revisar su vista de forma periódica. De hecho, el 10% de los adolescentes nunca se ha revisado la visión, el 22% lo hace tan solo una vez cada dos años, y el 16% una vez cada tres años o más. En CEDCOcontamos con profesionales de alta categoría que podrán otorgar el tratamiento adecuado según cada caso. Haz tu cita online o visítanos en la calle 48 No. 27-49, Bucaramanga.